
Saludos, stillmaníacos.
Como dijo David hace poco: como bloguero que soy, os debo una explicación. Y es que hace un tiempo hice un post en el que animaba a los lectores a mandarme sus proyectos y reflexiones «stillmaníacos», pero aún no había publicado nada al respecto. Así que ahí va una primera parte.
Gracias al llamamiento, recibí cosas muy interesantes, algunas distintas y variopintas entre sí y otras con temática similar. Sin embargo, no sabía muy bien que hacer con todo ello. Intenté configurar varios tipos de posts con cada una de las aportaciones, o mezclando varias de ellas, pero aún así el resultado no me convencía mucho. Pido disculpas a los participantes por la tardanza en publicar.
Hoy es el turno de los lectores (y aportadores) MossDevil y Advanced Miller.
![Warhammer] Chaos Cornucopia — Penny Arcade](http://www.ninjabread.co.uk/images/chaos/chaos-warrior-comparison.jpg)
El lector MossDevil, me mandó una reflexión muy interesante en la que relacionaba el entendimiento que tenemos cada uno del hobby, con algunas fases vitales por las que todas las personas vamos pasando:
«Algo que creo que ha de ir estrechamente unido al planteamiento filosófico del hobby son los momentos del desarrollo dentro de cada uno de nosotros» como son:
-El «descubrimiento» del hobby como «un estadio juvenil».
-La «pasión» por el hobby como análoga a la «juventud».
-La «inmersión» en él como una etapa de «madurez».
-Y el «cansancio» de ciertas cosas del hobby, una especie de «senectud».
MossDevil comentaba que «No sé si estos serían los nombres más adecuados, pero las fases por estos mismos marcan nuestro desarrollo» dentro del hobby. «Es complicado plantearse cómo de inmersivo le resultará el hobby a una persona, sin tener en cuenta la manera en que le llegara» y en el momento vital en que lo hará.
«En mi caso personal llegó viendo el expositor de figuras de una juguetería dentro del centro comercial al que íbamos a comprar mi madre y yo siendo pequeño. El deseo de querer tener alguna figura de aquellas (un hobby de adultos visto desde mi punto de vista) hizo que me comprase con mucho esfuerzo una primera White Dwarf, 575 pesetas creo recordar, y más adelante el libro de ejército de Altos Elfos y más tarde el de Orcos y Goblins, de 4a edición ambos. Leer el trasfondo hizo que me flipara mucho más, y la sección de ‘Eavy Metal fijó una pasión dentro de mí. Compré mis primeros blisters sin saber exactamente que compraba (puesto que tenía 2 suplementos pero no el reglamento) y mi desarrollo del hobby se centró en coleccionar y pintar puesto que no conocía a nadie con quién jugar.
Muchos años después tuve a un compañero de instituto que para mi sorpresa jugaba y con el eché mis primeras partidas, y para aquel entonces se empezaron a atropellar las salidas de Libros de Ejércitos, Reediciones de reglamentos y subidas de precios…. En menos de lo que me quise dar cuenta, el mundo de Warhammer explotó, dejando una sensación de vacío y decepción con la empresa, pero no con el hobby, que fue reflotado gracias a iniciativas Fanmade y Wallapop, trayendo a mi cajón metal de 4a edición.
Todo este desarrollo se puede dar en cualquier hobby, pero a mi me tocó este, donde gracias a grandes profesionales del hobby y aficionados, he podido mantenerme dentro de él y del cual muchos de nosotros encontramos un lugar cálido que nos enriquece y reconforta (como muestra de ello muchos estos días [en la cuarentena] estaremos pintando, haciendo maquetas, creando listas…) y al cual le mostramos un gran respeto.
Algo que nos ha dado tan buenos momentos, por necesidad tiene que contar una gran historia. Por eso enfocar únicamente el juego en hacer una lista afilada y patear el culo a tu oponente no hace hobby. Gracias y un saludo».
¡Gracias MossDevil por aportar! Una reflexión muy interesante.
Otro lector, Advanced Miller, enviaba otro texto en la misma temática.
«Agradezco a ¡Cargad! la oportunidad que nos dais y cómo amenizáis esta situación en la que la plaga de Nurgle nos obliga a confinarnos y rezar a Sigmar (Sigmar el que molaba, el de antes de la llegada de los Sigmarines).
Era un tarde que salía con mi madre a hacer no sé qué recado, tenía por entonces 11 años y como buen niño/preadolescente me empeñé en comprarme una bolsa de Cheetos pandilla, tal cual fui a la papelería más cercana del trayecto al recado, me percaté de un fascículo (ojos con chiribitas). Era aquel maravilloso fascículo de Warhammer, el número que venía con 4 orcos negros. Salí de la papelería pues, con la bolsa de Cheetos y el fascículo.
Por entonces, los otros niños del colegio se habían percatado de los fascículos y empezamos a visitar tiendas (había entonces 1 oficial de wargames y alguna otra de aeromodelismo que vendía también en una estantería pequeña). Como éramos cansinos, nos dieron folletos de publicidad y en los recreos los releíamos y decidíamos los ejércitos que íbamos a llevar. Elegí orcos, por supuesto.
Como promesa de fin de curso, antes de ir al insti, me compraban un regimiento de orcos por aprobar, en junio ya estaba con mi regimiento bajo el brazo (bieeeeeen). Los demás chicos hicieron lo propio y con los ahorros vino el códex de los orcos de 6ª. Destaco que el regimiento costó 23€ por 20 guerreros orcos y el códex 16’50€, de cuando un regimiento de 10 “moñecos” no costaba 45€ como ahora.
Fue avanzando aquel verano de 2001 y vino el lanzapinchos, chamanes y poco más. Los amigos también iban adquiriendo poca cosa y jugábamos bastante en las casas con papelhammer y “aplicando” el reglamento a saltos. Montaron 2 tiendas más, Fantasy crecía y algo menos 40K (de los años que llevo en esto sólo llegué a ver una partida Eldar vs Ultramarines).
Pasaron los años y los cursos, y llegó 2008. Había 3 tiendas, una comunidad enorme de gente que jugaba a Warhammer. Pero (aquí viene lo importante), llegó el toque al bolsillo, la Crisis. Cerraron 2 tiendas, la de aeromodelismo siguió sin Warhammer y quedaron otras 2 tiendas. Una de ellas permanece en la actualidad pero cambió el target y la otra cerró pero abrió en el 2016 por otro barrio menos céntrico.
Se me pasa comentarlo, no era problema de dinero en sí, hay que matizar algo importante. Como dije al principio, empecé en el año 2001 con 11 años y para el 2008 tenía 17 años, como los chicos del colegio y yo, empezábamos el bachiller y la cosa cambiaba. Los que jugaban ya en la comunidad eran algo más mayores y jugaban cada vez menos, estudiaban y empezaban los trabajos precarios. Menos tiempo libre, más ocupación efectiva del tiempo.
Llegó al 8ª de Fantasy y la cosa remontó, volvieron a tope. Reflotaron torneos. Pero también reflotó otro juego: Magic The Gathering. La gente ya jugaba a cartas anteriormente pero poco a poco. Ahora ya con la falta de tiempo la gente se pasaba a lo más cómodo y rápido de jugar.
La comunidad le dio a tope a 8ª pero cuando cambiaron a AoS y ya desapareció totalmente el Warhammer y las miniaturas de la Guorchop, escasamente el X-Wing y bastante el DC y Marvel de bandas.
Habían avanzado los años, más mayores, más estudios, menos tiempo. La gente cambiaba el quedar para jugar por irse de festival, casa rural, al cine con la pareja, la primera hipoteca. Las Magic seguían ahí en la cresta.
Durante este tiempo, terminé mi ejército de Orcos y me hice uno de Ogros, que finalicé en el 2016 y que pienso a día de hoy ampliar. Jugué 2 partidas con un amigo de la adolescencia y con un chico que pasaba eventualmente por la tienda. La tienda que sobrevivió la embestida de la crisis fue la única que tenía mesas.
A día de hoy año 2020 (bueno ya me entendéis con la expresión), cartas a tope, bandas de DC luchan en las calles de Gotham y poco más, bueno Yugioh. La caja de inicio de AoS, la primera de 2015, sigue en la estantería. El tema 40K lo desconozco totalmente, me consta que se juega a nivel casa. Los fascículos del primer número de Conquest volaron (por la especulación claramente) porque no se reflejó a nivel de juego (la papelería donde compré mi primer fascículo de Warhammer acumula los Conquest del número dos hacia arriba con más polvo que un desván).
Con el fascículo de AoS, pues ocurre como la caja de inicio, alguien compraría el primero pero, tal y como me voy fijando en los escaparates de quioscos y papelerías, aún quedan fascículos del primer número. Yo pillé 5 del primero y 2 del segundo (pintura blanca y pincel yupiiii).
Por otro lado y a nivel personal, dejé las cartas, vendí las magics y conservo los ejércitos, hace unos años empecé a pintar ogros y un amigo al ver cómo pintaba, me ofreció pintarle su Star Wars: Imperial Assault y a día de hoy sigo con el encargo, porque le gusta comprarse expansiones (qué manía, leñe). Por lo que esta cuarentena la estoy pasando preparando una oposición tal y como venía haciendo desde verano y pintando las figuras de Star Wars (me quedan 13, pintadas y entregadas unas 60 y pico).
P.D.: A LOTR no jugaba ni el tato aquí. Llegaron los fascículos y tuvieron pegada, pero jugar, torneos, darle bola al juego nada. Dos hermanos de un pueblo venían a comprar y jugaban, los únicos.
Un saludo a tod@s y que sois geniales.»
¡Muchas gracias por aportar, Advanced Miller! Creo que retratas muy bien toda una época para muchos de nosotros/as. La imagen del chaval yendo a por la bolsa de Cheetos y trayéndose unos orcos es muy grande.

Hoy en día el hobby ha cambiado mucho. Ente todos los cambios que ha habido, quizá destacaría que, por lo que yo he visto (lo cual es completamente subjetivo), parece que la gente suele hacerse ejércitos de forma más rápida de lo que estábamos habituados antes, cuando podíamos tardar años (también porque no era tan accesible) en tener todo lo necesario para jugar batallas «grandes». Imagino que no en todos los casos, pero para muchos de nosotros era así. Al no poder pillar nuevas minis y libros, teníamos que echar mano de inventarnos escenarios, escenografía, conversionar lo que teníamos, etc.
Tener que ir a «fuego lento» le daba un toque más especial al progreso dentro de la afición, porque cada pasito era como un éxito en sí. Gracias a este esfuerzo y lento aprendizaje (que nunca acaba, ¿no es así?), puede que muchos veamos aquella época como muy buena para el hobby en su conjunto (juego, modelismo, etc.). Haber logrado continuar más o menos con este hobby hasta hoy en día nos puede dar una perspectiva del crecimiento personal que hemos experimentado… y eso siempre es placentero ¿no? Sin duda el hobby forma parte del crecimiento de las personas que lo practican, y viceversa.
Para no alargar mucho más el post, dejo más cosas para el siguiente. Gracias de nuevo a todos/as los que aportasteis, y reitero mis disculpas por la tardanza en publicar. En el siguiente post hablaremos un poco más de esta temática, para acabar con un par de proyectos bastante «stillmaníacos».
Un saludo de Marmollicus.
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